Historia de Cofradías en Guatemala
En Guatemala, las cofradías nacieron luego de la institución cristiana en la cual los miembros de las comunidades mayas crearon un sincretismo en donde detrás de las prácticas religiosas, se encuentran las creencias ancestrales.
En un inicio, la función principal de las cofradías era la de cuidar al santo patrono de los pueblos. Sin embargo, con el pasar del tiempo los miembros de estas agrupaciones adquirieron responsabilidades sociales. Una cofradía abarcaba tres aspectos: el institucional, el económico y el religioso. El primero se refería a la elección de uno o varios mayordomos y un representante ante la autoridad eclesiástica. También existió otra organización religiosa que tenía como fin el culto a un santo en especial. Esta era la hermandad, que era similar a la cofradía, la diferencia estaba en que la cofradía tenía un carácter casi gremial, mientras que la hermandad no estaba tan estructurada como la cofradía.
Las Cofradías con la reforma liberal al expropiarles las propiedades y expulsión de las órdenes religiosas, sufren problemas económicos e incluso la desaparición de algunas, y otras se vieron en la necesidad de fusionarse con otras, en algunos casos los cofrades ladinos cambiaron el nombre de Cofradía por el de Hermandades, a finales del siglo XIX. La Iglesia avaló este cambio porque religiosamente ambas instituciones eran afines. Esta modificación fue de carácter étnico, por lo que la cofradía quedó como una institución eminentemente indígena, mientras que la hermandad funcionó únicamente para los ladinos, dando origen a las hermandades, y seguir jugando un papel importante en las manifestaciones de piedad popular para el fortalecimiento de la Fe Católica, mismas que han perdurado hasta la actualidad en las costumbres y tradiciones de Guatemala y que nuestro municipio no escapa a ello prueba de eso, según registros del libro de actas No.1 de la Hermandad, por invitación del licenciado y Párroco Alfonso Arévalo invito a las Cofradías del Señor de las Animas, Jesús Sacramentado y Jesús Nazareno, para que se unieran y formarán a la Junta de Gobierno de la Hermandad del Santo Entierro, quedando como primer presidente el hermano mayor Gregorio Pérez. (Revista Tributo, Ana Yaneth Rodríguez).
Monseñor Lic. Ricardo Casanova Estrada, XI Arzobispo de Guatemala, en 1898 la oficializo, y Monseñor Próspero Penados del Barrio, XVII Arzobispo Primado de Guatemala, la confirmo en el año de 1998(introducción de los Estatutos de la Hermandad).